En 1.982, la familia Rubio Ruiz inaugura lo que ahora es ANPE, el restaurante ubicado en la estación de Pitis. Desde entonces, trabajo, esfuerzo y adaptación al entorno para llegar a lo que son hoy. Sus actuales dueños, la segunda generación, nos cuenta en primera persona como han sido estos 34 años. La tercera generación, ya colabora en el día a día a través de las nuevas tecnologías.
¿Cómo fueron los inicios?
ANPE es una idea que surgió en el año 1982 gracias a Mª Ángeles Ruiz García y Pedro Rubio González, mis padres, de ahí su nombre. Los comienzos los recordamos nada fáciles, de hecho bastante duros, pero con toda la ilusión lo sacamos adelante. Desde luego esfuerzo y sacrificio no faltaron.
Lo que comenzó siendo una cafetería de transeúntes, se ha transformado en un restaurante de referencia. ¿Cómo ha sido el proceso?
Es un proceso muy largo. La base de todo es trabajo, trabajo y más trabajo, pero desde luego una de las claves es aprender de los errores, mejorar y sacar algo que supere lo anterior.
Estamos viendo los inicios de un gran cambio en la zona. Su establecimiento también se ha actualizado en decoración y servicios. ¿Tienen previstos nuevos cambios?
Si, dado ese cambio que comentas, y la llegada de familias con niños a Arroyo del Fresno, tenemos previsto abrir una zona de juegos infantil y una terraza para el invierno. Tenemos un espacio maravilloso que tenemos que aprovechar para dar servicio a los vecinos que son quienes agradecerán tener un lugar cómodo, donde se come bien y a buen precio.
En cuanto a la clientela ¿Qué cambios notan, cuál es el nuevo perfil de cliente?
Tenemos de todo, obreros que están encantados de que estemos ahí, gente joven que se mueve en transporte público que no para, familias con niños, clientes de siempre… Aunque hay mucha variedad, es verdad que cada vez más son familias quienes se acercan por aquí.
¿Se han especializado en setas por algún motivo en particular?
Tenemos muy buenos amigos productores de setas. Lo hacen con mucho cariño y dedicación. Esto se nota en el resultado final que es un producto de gran calidad. A través de ellos hemos hecho recetas incluso para el Corte Inglés. Hemos conseguido que quienes en un momento dado tienen antojo de setas, se vienen para acá.
Las construcciones de la zona están orientadas a familias ¿Por eso han adaptado su espacio a ello?
Está adaptado para que venga toda clase de público, pero ahora, con la terraza y cuando tengamos parque infantil, estará más cómodo aún para venir con niños. Al ser un espacio grande, al aire libre, con sol y sombras, y sobre todo sin peligros para los niños, está muy agradable para familias.
Los niños de hoy son los clientes de mañana… ¿Lo ven ustedes así?
Por supuesto, hay que cuidarlos y sobre todo analizar su comportamiento, gustos y tendencias para estar el día en cuanto a la demanda, a lo que en un futuro no muy lejano estos niños pedirán. Cada vez las exigencias serán mayores ya que la preparación de estos niños cada vez es mayor.
Nos llama especialmente la atención la cocina industrial y profesionalizada. Son ustedes amantes de la buena comida, ¿Verdad?
Ante todo, somos amantes de la comida casera y bien hecha. Pensamos que es la combinación perfecta para ofrecer un producto saludable y además rico, para disfrutar.
Hoy día todo el mundo está muy preparado, hay mucha profesionalidad… y por lo tanto mucha competencia. ¿Cómo van adaptándose ustedes a los nuevos tiempos?
Nosotros nos fijamos mucho en la materia prima. Elegimos productos buenos y de calidad. Además en lugar de tener una carta eterna y aburrida, nos centramos en pocas cosas pero tratando de hacerlas muy bien.
Nos damos cuenta que la decoración es muy actual acorde con la nueva tendencia….
Si, hoy en día hay competencia hasta en eso. A la hora de elegir un restaurante ya no vale con comer bien y ya, sino que el lugar tiene que ser agradable a la vista y actual. Nosotros hemos querido plasmar un ambiente de vieja estación de tren.
¿Quiénes están involucrados en el negocio, el matrimonio e hijos?
Julián y Mª Ángeles (mi marido y yo), Eduardo (sobrino), Mª Ángeles (hija) y Lucia (sobrina). Julián y Mª Angeles llevamos el negocio, Eduardo se ocupa de la barra, Mª Ángeles hija se encarga de el tema informático y Lucía se ocupa de tener las plantas preciosas.
¿Quién lleva la batuta, usted o su marido? ¿Cuál es el rol de cada uno?
Los dos, somos el tandem perfecto, lo que no tiene uno lo tiene el otro así que nos complementamos de maravilla.
Su hija Mª Angeles que estudió en el colegio Montealto, ¿Qué carrera ha estudiado, se va a introducir también en el mundo de la hostelería?
Está terminando la carrera en Ingeniería Informática y nos gestiona el bar en las redes sociales, el sitio web y todo lo relacionado con temas tecnológicos.
En CP Grupo tenemos (Además de Montearroyo, la primera promoción en entregarse en Arroyo del Fresno), dos promociones más en construcción y están previstas otras en un futuro próximo… Cómo afrontan la llegada masiva de potencial clientela?
Tenemos en mente la idea de mejora constante la verdad. No se trata de mejorar algo y dormirse en los laureles. Hace poco renovamos nuestras instalaciones y seguro que en unos añitos tendremos que volver a darle un lavado de cara y actualizarlo. Lo que si te aseguro que hacemos es y recibir a todo el que quiera con mucha ilusión.
A sus nuevos clientes de Arroyo del Fresno, ¿Qué mensaje les enviaría?
Que vengan, prueben nuestra comida y disfruten de nuestro sitio.
¿Cogéis pedidos para llevar?
De momento no, aunque no descartamos hacerlo más adelante. Hay algún cliente que nos ha pedido que le hagamos unas cuantas tortillas de patata, después se la ponen a sus invitados y dicen que la han hecho ellos. Yo encantada, eso significa que están buenísimas (jajaja…!).
Con la idea del parque infantil, ¿Tenéis previsto aprovechar el espacio para cumpleaños, comuniones etc.?
Si, es un espacio muy agradable, las vistas son preciosas y hay que aprovecharlo.
