Los primeros vecinos de Valdebebas dormirán en Monteacebo este viernes.

Madridiario acompaña en su mudanza a los primeros vecinos que dormirán en Valdebebas este viernes. Tres años de espera que, por fin, se han hecho realidad.

La familia Ayesa
La familia Ayesa
Autor: Juan Luis Jaén

El 2 de marzo de 2010, Fermín Ayesa estaba escuchando la radio. Estaba cansado pero ilusionado. Su quinta hija había nacido el día anterior. Entre las tertulias y la música, sonó un corte publicitario que le llamó la atención: iban a construir unas viviendas en Valdebebas que podían albergar a su extenso clan. Poco después estaba en las oficinas de CP Grupo, responsable de la promoción Monteacebo para conocer el proyecto. Eran 120 viviendas libres de entre dos y seis dormitorios destinadas principalmente a familias. «No encontrábamos un barrio que se adecuase a nuestras necesidades. Las viviendas con la superficie que necesitábamos, o eran carísimas o estaban en entornos con población muy envejecida, en la que los niños no iban a tener tantas oportunidades de relacionarse. Apostamos por este barrio y, por ahora, hemos acertado. Tiene lo bueno de Las Tablas o Montecarmelo, combinado con los vecindarios con vida y gente interesada por hacer vida de barrio«, comenta.

Como miles de personas, creyó en los nuevos desarrollos de Madrid como una apuesta más segura, en plena crisis de la construcción, para conseguir tener la casa que deseaban él y su mujer. Mientras tanto, su familia tuvo que ajustarse mucho para poder ir pagando un piso que todavía solo estaba sobre el papel. «Vivíamos en una casa pequeña y hemos podido organizarnos porque los niños son pequeños, pero no ha sido fácil», continúa.

Los inicios fueron muy complicados. «Tuvimos mucho sobresalto cuando se intentó conseguir la licencia de obra.La cosa se veía negra, pero la promotora nos dio garantías», prosigue Fermín. No era para menos, mientras la burbuja inmobiliaria explotaba, la inercia constructora y burocrática comenzaba a frenar los nuevos desarrollos y vecinos y cooperativas se temían lo peor. Finalmente, el permiso municipal llegó en agosto de 2011 y las grúas comenzaron a trabajar en diciembre de ese mismo año.

Cuando los edificios estaban a punto de terminarse, llegó la paralización de 21 nuevos desarrollos por parte del Tribunal Supremo, entre ellos, Valdebebas. «Nos quedamos petrificados con la noticia. No podíamos esperar que la tramitación que estaba haciendo el Ayuntamiento tuviese algún problema», prosigue. Finalmente, el asunto se arregló y recibieron la orden de poder entrar en sus pisos el pasado miércoles, aunque no ha sido hasta este viernes cuando se ha solucionado el problema de la luz eléctrica.

Rodeados de cajas, tienen un hogar que organizar. «Hubo mucho agorero que nos dijo que porqué nos habíamos metido en esto. Pero creo que hemos acertado porque nos encanta el barrio. Ahora nos preocupa que las administraciones nos proporcionen los servicios, la seguridad y los equipamientos que necesitamos. Esperamos que tengan la sensibilidad suficiente para hacerlo», concluye. Son los colonos de un nuevo barrio. Ahora les queda todo un futuro por delante.

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